En estas justas electorales en la que más de un 60% de los electores se abocaron a las urnas a ejercer su derecho, se observó de manera clara la forma desvergonzada con que se llevan a cabo estas actividades en nuestro país.
Cientos de personas que hace años murieron, aparecieron en los listados electorales, ¿Quiénes votaron en lugar de ellos?
-¿votaron?- Se preguntarán algunos. Así como lo oye, cientos o quizá miles ejercieron el sufragio haciéndose pasar por los muertos. Muchos de los familiares de los occisos, quedaron boquiabiertos y casi mueren del susto al ver que en los listados de votación, aparecían sus familiares muertos como que habían votado.
Es conocido que algunos de los candidatos a alcaldes del occidente, trajeron personas desde Guatemala a votar en estas elecciones.
Ediles que se reeligieron, utilizaron el dinero de los impuestos municipales y fondos del gobierno y donaciones para la realización de su campaña. Regalando a diestra y siniestra bolsas de cemento, láminas y dinero en efectivo, comprando descaradamente a los electores.
En muchos casos las credenciales de los partidos como el Pinu, Democracia Cristiana, UD, FAPER y algunas del PAC, fueron entregadas a miembros del Partido Nacional y Liberal, para integrar las Mesas electorales, inclinando la balanza a favor de los partidos tradicionales.
Aunque la mayoría de personas demostraron su madurez al presentarse a las urnas de manera tranquila y respetuosa, siempre hubo uno que otro obcecado que pretendió imponer su prepotencia y manipular a los demás.
El verdadero trastorno de las elecciones estuvo en la trasmisión de resultados, el desorden se dio en el Tribunal Supremo Electoral. Existen cantidades de actas adulteradas, actas mal digitalizadas y datos falsos en abundancia.
En años anteriores muchas de estas anomalías eran desconocidas por la mayoría, hoy sin embargo, con la ayuda de la tecnología, salen a luz con verdadera rapidez.
Hoy quedó al descubierto para los que nos gusta inquirir, investigar, pero sobre todo para los que por razones del destino Dios nos ha permitido comprender, aunque sea un poquito, la realidad de nuestra nación.
Sin lugar a dudas en nuestro país las élites gobernantes hacen con el pueblo lo que les da la gana.
Un factor sobresaliente en estas elecciones fue el hecho que los que votaron por los tradicionales o fueron personas que iban atrás de una chamba o eran personas ignorantes en su mayoría. Espero me disculpen pero en honor a la verdad fue lo que sucedió.
Montaron con tal precisión esta burda jugarreta electoral, que poco tiempo después de publicar el error de un acta, en la que se sumaban 100 votos de más al candidato del Partido Nacional, quise verificar en el sitio web del TSE lo que horas antes aparecía como error, pero ya habían corregido su “falla”. No cabe duda que los Azules son expertos en estos asuntos. Es de admirar, lo malo es que juegan con la voluntad del pueblo, se presentan como modelos de decencia y son los más descarados sinvergüenzas.
Hablan de combate a la corrupción y realizan los actos más corruptos que uno se pueda imaginar.
Lo cierto que el único que puede cambiar esta terrible realidad es Dios, imbuyendo en el pueblo el deseo incontenible de mejorar sus condiciones, a tal punto que ni las bayonetas, ni los gases, ni aun las balas puedan detenerlo.
¿Sucederá algún día? – así como van las cosas, puede ser-
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