El sufrimiento y dolor ocasionado por las
carencias a que se ven atados es inmenso.
Es común observar niños y niñas de muy
corta edad, alimentándose durante semanas y aún meses solamente con una
tortilla y sal.
Causa conmiseración escuchar sus palabras
con las que expresan su deseo de comer aunque sea una vez a la semana, algo
diferente como frijoles, huevo o carne, queso o mantequilla.
No obstante su deseo nunca llega a
concretarse y los días en que continuará comiendo tortilla con sal se alargarán
irremediablemente.
Las personas que administran el estado se
encuentran ocupados en hacer lo que sí pueden: llenar sus bolsillos de dinero,
ostentando lujos y comodidades, manteniendo a sus familias en suntuosas
mansiones, con toda clase de cosas innecesarias.
Cuando se vive en la opulencia se
desconoce el sufrimiento causado por el hambre.
Muchas de las medidas empleadas por el
gobierno para aminorar las consecuencias de la pobreza, son verdaderas farsas.
Hablando con la verdad, pareciera que al estado le interesara que los
habitantes de las comunidades rurales se mantuvieran pobres toda su vida; y que
la pobreza continuara con sus descendientes.
He sido testigo de cómo por generaciones unas pocas familias
acumulan bastas extensiones de tierra en detrimento de muchas otras que viven
en sus feudos, sometidos a la rapacidad y avaricia de éstos amos cuyo único
interés es mantenerlas generación tras generación sumidas en la más absoluta
pobreza.
La lógica de estos avaros es razonable pero no aceptable, entre más
personas pobres, más mano de obra barata a su disposición. Los gobiernos ante
ésta realidad que amerita cambios ¿Qué hacen?
Múltiples ONG´S trabajan en la
organización y apoyo de éstas postergadas comunidades a veces con estrategias
que brindan paliativos a los graves
problemas que enfrentan, pasan los años y los cambios pareciera que nunca se
harán palpables. ¿Qué se estará haciendo mal?
¿Será a propósito?
Es necesario, urgente e imperativo
cambiar de métodos o mejorar los existentes.
Es preciso enfocarse en la solución de
problemas reales y no en la presentación de informes técnicos la mayoría de las
veces producto de la imaginación de un técnico soñador.
¿Cuál es tu opinión al respecto?
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